Small Wars Journal

¿Escalada Explosiva?

Thu, 07/17/2014 - 9:59am

¿Escalada Explosiva?

Reflexiones sobre el ataque con Coche bomba en Ciudad Juárez

Por John P. Sullivan

This SWJ-El Centro article is the Spanish language version of John Sullivan’s earlier SWJ essay “Explosive Escalation? Reflections on the Car Bombing in Ciudad Juarez”.

En un intento aparentemente significativo de aceleración de tácticas, técnicas y procedimientos (TTP), la violencia de los cárteles mexicanos incorporó el método del coche bomba el pasado jueves 15 de julio 2010 en un ataque a la Policía Federal en la castigada Ciudad Juárez.  Este ataque no solo empleó un coche bomba  (al parecer un artefacto explosivo improvisado primitivo escondido dentro de un coche y no el variante plenamente integrado que se encuentra en Iraq y conocido en los teatros de operaciones AFPAK (Afganistán y Pakistán) como VBIED (Vehículo Explosivo con  Artefacto Improvisado), sino también fue una emboscada dirigida directamente contra la Policía. Este TTP es un método clásico de ataque insurgente que amenaza con  formar parte de los futuros encuentros del gobierno de México con los criminales insurgentes en desarrollo.[i]

El Coche Bomba en Ciudad Juárez

Las noticias informaron que cuatro personas fueron asesinadas en lo que se describe como una trampa cerca de unas instalaciones de la Policía Federal. Este ataque es el primero en ser documentado por el uso de un coche bomba por traficantes de drogas o sus bandas afiliadas desde que comenzara, por parte del gobierno de México,  la ofensiva contra los cárteles. El uso de bombas (desde artefactos explosivos improvisados sencillos (IED) hasta el complejo coche bomba grande (Large Vehicle Bomb LVB) que se conoce como artefacto explosivo en vehículo (VBIED)) claramente presagia la alteración dramática de la guerra mexicana de la droga. Hasta este ataque, los cárteles y sus gánsteres paramilitares habían empleado solamente armas ligeras (incluyendo armas de asalto como el AK47, un variante conocido como ‘cuernos de chiva’ refiriéndose a su cargador), el uso limitado de granadas y también la práctica de la decapitación simbólica para neutralizar los competidores: otros gánsteres  y las fuerzas del orden del gobierno

Mientras las decapitaciones barbáras, ataques con tiroteos y el uso ocasional de granadas o  ataques con armas cortas combinadas con granadas suponen un reto a la policía, el espectro potencial de coche bombas urbanos – con su gran capacidad de generar heridos – supone una amenaza similar a los días más oscuros de la narcoviolencia en Colombia o las insurgencias en Iraq y Afganistán. Un narcomensaje o mensaje dejado en la escena del ataque declaró que el Cártel de Juárez asumía la responsabilidad del atentado y amenazaba con más ataques en el futuro. “Tenemos más coche bombas,” dijo la advertencia.

Según la Associated Press,  “La Línea, banda de drogas - el mismo grupo acusado del asesinato de la empleada del Consulado de los EEUU y su esposo – atrajo a oficiales federales y personal paramédico al supuesto lugar de un siniestro con coche bomba donde colocaron un hombre atado y  herido vestido con un uniforme policial y simularon una llamada pidiendo refuerzos para socorrer un supuesto agente herido……entonces la banda hizo explosionar un coche conteniendo 22 libras (10 kilos) de explosivos, matando el falso policía municipal,  (el “cebo”), un miembro del equipo de rescates y un oficial federal. Un comandante regional militar indicó que  pudo haberse empleado un teléfono celular (móvil) para detonar la bomba.” Informes recientes sugieren que el artefacto empleo TOVEX, un explosivo industrial.2

Actualmente, este incidente parece deberse a un sencillo coche bomba, no un VBIED plenamente desarrollado. Dicho esto, VBIED es un término extremadamente cargado con jerga. La sofisticación o efectividad operacional de este artefacto suponía solo un elemento del ataque y no se debe sobrevalorar con respeto al TTP o plataforma de utilización. Hay que tener en cuenta que “Buda’s Wagon” (el vagón de Buda, el primer coche bomba moderna)3 no fue sofisticado en términos de los que ahora vemos en Iraq, ni los teatros del AFPK pero aun así fue un coche bomba. Este artefacto parece ser un arma transicional donde los fabricantes estaban experimentando e importando TTP de otros conflictos para emplearse en su propio teatro de operaciones. Podemos dar gracias que este artefacto fue primitivo pero a la vez hay que esperar que remedien sus fallos a medida de que el conflicto evolucione.

En el mismo informe, el Alcalde de Ciudad Juárez, Sr. José Reyes Ferriz explica que las autoridades “tendrán que cambiar la forma de llevar a cabo operaciones. Tendremos que cambiar todos nuestros protocolos para incluir incidencias con bombas.” El General de Brigada Mexicana (BG) Eduardo Emilio Zarate, Comandante regional de la 5ta Zona Militar indicó que hasta 22 libras (10 k) de explosivos pueden haberse utilizado en el ataque y añade que se encontraron pilas quemadas conectadas a un teléfono celular/móvil en la escena del atentado. Estos hechos suponen un claro reto para la Policía que acude a lugar del siniestro.

En palabras del Alcalde Reyes Ferriz, “la amenaza está dirigida a los departamentos policiales y por lo tanto no es una amenaza contra la población en general…sin embargo tenemos que ser cuidadosos con nuestros departamentos policiales, sus acciones y como los protegemos y, por supuesto, como protegemos la población de las posibles consecuencias.”4  Un reportaje de la Associated Press  informó: “mientras la Policía Federal Mexicana tiene experiencia en la investigación en la escena de explosiones , no existe ninguna fuerza o cuerpo de seguridad en el país que tenga experiencia patrullando ciudades que puedan estar sembradas con coche bombas o artefactos explosivos en las carreteras.”5 Lo mismo será cierto de la policía en los Estados Unidos de América y del mundo entero.

Granadas y coche bombas intensifican el sufrimiento de México

Las insurgencias criminales de México  están escalando actividades no solo con el uso de coche bombas sino también con el uso de granadas de mano al parecer robadas de los arsenales militares. Claramente las granadas no son nuevas en la narcoguerra de México. Hay que recordar Morelia, el 15 de septiembre 2008, cuando supuestos miembros de Los Zetas tiraron granadas dentro de la multitud celebrando el Día de Independencia de México y provocaron ocho muertos y más de 100 heridos.6 Hasta la fecha fue el primer y único ataque a una reunión multitudinaria de civiles.

Sin embargo, según el Washington Post, se han realizado más de 72 ataques con granadas en México el año pasado, incluyendo asaltos espectaculares a caravanas policiales y autoridades públicas. Además, las fuerzas mexicanas han confiscado más de 5,800 granadas de mano desde 2007. Es fundamental tener en cuenta que estas armas confiscadas suponen solo una pequeña fracción del inmenso arsenal mantenido por los cárteles de la droga. El Fiscal General de la República (PGR), de la oficina del Fiscal General en México, informó que ha habido más de 101 ataques con granadas lanzadas hacia edificios gubernamentales en los últimos tres años y medio. Según las investigaciones llevadas a cabo por agentes de la U.S. Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives y sus homólogos mexicanos, se informa que la mayoría de granadas  se han podido rastrear hasta vincularlas con El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Además se constató la presencia de granadas de origen asiático, soviético de la Europa del Este.7

Narcopinta amenaza con más coche bombas

Un mensaje de grafiti (narcopinta) en una pared de Ciudad Juárez advierte que habrá más ataques con coche bomba si las autoridades estadounidenses no investigan los vínculos entre la Policía Federal Mexicana y los traficantes de drogas. Según un oficial mexicano “efectivamente, otra narcopinta fue realizado con pintura en spray en la pared de una escuela primaria el domingo por la noche” afirmó Jacinto Seguro, portavoz de la Policía Municipal de Juárez. “La pintura amenaza con otro coche bomba en 15 días si la DEA y el FBI no investigan los lazos de la Policía Federal con El Chapo (Guzmán del Cártel de Sinaloa).”8

Aunque no podemos sobredimensionar el valor de la amenaza, sí que conviene tomarla muy en serio. El conflicto seguirá y se está escalando. El uso de operaciones de información y amenazas forma parte del ámbito de operaciones, pero no toda la propaganda es decepción. Es probable que los cárteles y sus bandas afiliadas mantengan la policía como objetivo, e incluso civiles, mientras buscan erradicar sus rivales y asegurar un espacio libre donde pueden operar con impunidad. En vez de infravalorar esta amenaza, se necesita desarrollar inteligencia para calibrar con certeza la evolución de capacidades e intenciones.9

Analizando futuros usos potenciales

El ataque con coche bomba en Ciudad de Juárez ocurrió alrededor de las 19:30 horas cerca de la intersección de las calles Bolivia y 16 de Septiembre en el distrito centro de Juárez. Primero, un hombre que parecía ser un oficial de policía municipal fue tiroteado y asesinado. Cuando la Policía Federal y personal sanitario llegaron a la escena del incidente hubo una explosión. Una emboscada empleando decepción (o sorpresa) fue dirigida directamente a la policía de patrulla. Aquí se demuestra la necesidad de incidir en el conocimiento y la concienciación sobre los IED y protección de fuerza. Las fuerzas y cuerpos de seguridad responden con gran certeza  a las amenazas conocidas, es decir, las amenazas balísticas y humanas; la policía responderá según su experiencia y entrenamiento.

Para la mayoría de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tanto el tema de las granadas y como los IED (bombas en caminos y cochebombas) suele encontrarse fuera de su experiencia policial habitual (en los Estados Unidos, México y gran parte del mundo). La Policía metropolitana en los Estados Unidos de América se está rápidamente incorporando entrenamientos específicos contra ataques con disparos. Este entrenamiento también debería incluir (y de hecho sí que incorpora) la concienciación sobre amenazas explosivas (granadas, IED y munición militar). Con mayor exposición y práctica, la policía podrá integrar una táctica de tres dimensiones para el conocimiento de la situación y respuesta a las amenazas.10

Con demasiada frecuencia los que acuden a un incidente se concentran en la amenaza más inmediata, intercambian disparos y debido a “la visión de túnel” que resulta del estrés de combate no se fijan en amenazas no-balísticas y amenazas desde otros puntos estratégicos. Este aspecto de confrontación en combate cerrado puede corregirse con entrenamiento táctico y con ejercicios. Introducir este tipo de entrenamiento resulta esencial. Pueden incluirse ejercicios de ataques con tiroteo y mentalización sobre amenazas IED, prácticas en el rescate de oficiales de policía heridos y la integración de protección de fuerza para personal de emergencias y bomberos. Además, la preparación requiere entrenamiento y reconocimiento de la capacidad de defensa del puesto de mando y de la escena de crimen.

Cada vez es más frecuente responder a batallas tipo infantería en zonas rurales dentro de la guerra de drogas en México; trasladar la experiencia así adquirida a operaciones de combate contra criminales urbanos supone multiplicar la complejidad operacional. En el complejo espacio operacional urbano, no solo se enfrenta a un adversario determinado sino a un terreno urbano complejo, ambientes tres dimensionales (con estaciones de metro, y edificios rascacielos además de la alta concentración de no-combatientes y retos operacionales). Más allá de las dimensiones tácticas se sitúa la necesidad de coordinación, operación y sincronización. Enfrentarse a ataques múltiples y simultáneos con armas combinadas (i.e. armas cortas y bombas) requiere un grado de sofisticación que supone un reto para la policía en todo el mundo.

Conclusión

Los potenciales ataques de alta intensidad de la insurgencia criminal exigen apoyo de inteligencia en tiempo real, un mando táctico y operacional de gran calidad, así como control y comunicaciones que conjuntamente requieren nuevas doctrinas, entrenamiento y equipamiento. Esencialmente, se evidencia la necesidad de un modelo policial “intra-conflicto” que incluya el modelo de policía de “amplio-espectro” donde los agentes pueden cambiar rápidamente de competencias de policía patrulla a la incorporación a una unidad (grupos de contacto o de acción para las batallas en espacios reducidos)  para hacer frente a una fuerza opositora armada y organizada.11 Las capacidades son necesarias en México, en Latino América y en los Estados Unidos de América (así como en Europa, Australia y otros países donde la policía, sin duda, tendrá que hacer frente a insurgencias o terroristas de muchas clases).

Dichas competencias “híbridas” beneficiarían del aumento de interacción policía-fuerzas armadas para analizar el conflicto emergente, desarrollar doctrina de tácticas y operaciones y facilitar el entrenamiento cruzado entre sí.

No solo es cuestión de traer capacidades de contrainsurgencia (COIN) a la policía pero también promover un intercambio reciproco de conocimientos y experiencia para alcanzar el modelo policía intra-conflicto donde convergen la policía de patrulla y táctica contrainsurgencia para hacer frente a la intersección de crimen y guerra. A nivel estratégico, existe la necesidad de definir el papel de la interacción policía-militar para amenazas convergentes como el crimen transnacional organizado insurgencia criminal y crimen en zonas de conflicto. Seguramente será necesaria la creación de nuevas estructuras (como una policía expedicionaria), así como integrar capacidades existentes (por ejemplo formular la tradicional DIME – Diplomacia, Inteligencia, Militar y Económica y añadir DIME-P, para incluir las fuerzas policiales).12

Construir una capacidad de respuesta flexible resulta imprescindible para hacer frente a tácticas de terroristas urbanos que son empleadas por insurgencias criminales de alta intensidad, bien sea en México, Latino América,13 o en países más lejanos como Afganistán, Pakistán o los teatros Iraquíes. Se requiere ir más allá que solo la capacidad de repuesta EOD o desactivación de explosivos; el conocimiento de explosivos se debe integrar en todos los cuerpos policiales y de emergencias (tanto bomberos como personal médico) y sobre todo a los profesionales de intervención inmediata a nivel de patrullas policiales como personal de emergencias, tanto en EEUU como en todos los países retados por conflictos. Las lecciones aprendidas en la lucha contra artefactos explosivos improvisados en Irak y Afganistán14 y ahora México, deben compartirse e integrarse en una emergente doctrina de seguridad pública y el arte operacional policial.

John P. Sullivan

Es un agente de policía de carrera y está actualmente destinado como Teniente en el Departamento de Los Ángeles Sheriff. Ejerce también de Investigador Adjunto de la Fundación VORTEX; Investigador senior en el Center for Advanced Studies on Terrorism (CAST) y de Editor Senior en Small Wars Journal-El Centro. Es co-editor de Countering Terrorism and WMD: Creating a Global Counter-Terrorism Network (Routledge, 2006) y  Global Biosecurity: Threats and Responses (Routledge, 2012). Es co-autor de Mexico´s Criminal Insurgency: A Small Wars Journal-El Centro Anthology (iUniverse, 2011). Su investigación actual se centra en el impacto del crimen organizado transnacional en la soberania de México y otros paises.

Notas

1 Véase John P. Sullivan and Adam Elkus, “State of Siege: Mexico’s Criminal Insurgency,” Small Wars Journal, 19 August 2008, disponible en http://smallwarsjournal.com/blog/2008/08/state-of-siege-mexicos-crimina/; “Plazas for Profit: Mexico’s Criminal Insurgency,” Small Wars Journal, 26 April 2009 disponible en http://smallwarsjournal.com/blog/2009/04/plazas-for-profit-mexicos-crim/ ; y “Cartel v. Cartel: Mexico’Criminal Insurgency,” Small Wars Journal, 01 February 2010, disponible en http://smallwarsjournal.com/blog/2010/02/cartel-v-cartel-mexicos-crimin/  para una visión de la trayectoria del narco-conflicto en México.

2 Alicia A. Caldwell, "US official: Mexican car bomb likely used Tovex," Associated Press, 19 July 2010 disponible en ttp://www.google.com/hostednews/ap/article/ALeqM5gMi5B2USfJStXxfqgWWr2xjRYpOgD9H2FA2G0.

3 Véase Mike Davis, Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb, New York” Verso, 2007.

4 Alicia A. Caldwell and E. Eduardo Castillo, “Car bomb signals new dimension to Mexican drug war,” Associated Press, 16 July 2010, disponible en http://news.yahoo.com/s/ap/20100716/ap_on_re_la_am_ca/lt_drug.

5 Alicia A. Caldwell and Alexandra Olsen, “Car bomb in Mexican drug war changes ground rules,” Associated Press, 17 July 2010, disponible en http://www.google.com/hostednews/ap/article/ALeqM5gMi5B2USfJStXxfqgWWr2xjRYpOgD9H12AUG0 .

6 "FACTBOX-Worst attacks in Mexico's drug war," Reuters, 18 July 2010, disponible en http://www.alertnet.org/thenews/newsdesk/N18131453.htm.

7 Nick Miroff y William Booth, "Mexican drug cartels' newest weapon: Cold War-era grenades made in U.S.," Washington Post, 17 July 2010.

8 "Graffiti message warns of more violence in Juarez," CNN News, 19 July 2010, disponible en http://edition.cnn.com/2010/WORLD/americas/07/19/mexico.juarez .

9 Véase John P. Sullivan y Adam Elkus, “Red Teaming Criminal Insurgency,” Red Team Journal, 30 January 2009, disponible en http://redteamjournal.com/2009/01/red-teaming-criminal-insurgency-1/.

10 Véase Christopher Flaherty, “3D tactics: an advanced warfare concept in critical infrastructure protection,” International Journal of Emergency Management, Volume 4, Number 1, 2007 y “A New Approach to Mass Space,” Red Team Journal, 12 July 2009, disponible en http://redteamjournal.com/2009/07/a-new-approach-to-mass-space/  en lo referente a las discusiones sobre la consciéncia de la situación urbana en relación a los ataques que pueden surgir de cualquier dirección y modo.

11 Véase por ejemplo John P. Sullivan y Adam Elkus, “Beyond Active Response: An Operational Concept for Police Counterterrorism Response,” New Criminologist, 14 May 2010 disponible en http://www.newcriminologist.com/article.asp?nid=2211

12 Véase John P. Sullivan, “The Missing Mission: Expeditionary Police for Peacekeeping and Transnational Stability, Small Wars Journal, 09 May 2007, disponible en http://smallwarsjournal.com/blog/2007/05/the-missing-mission-expedition/.

13 Véase John P. Sullivan, “Criminal Insurgency in the Americas,” Small Wars Journal, 13 February 2010, disponible en http://smallwarsjournal.com/blog/2010/02/criminal-insurgency-in-america.

14 ´Véase Adam Higginbottom, “State of the Art,” Wired, August 2010, p. 138-144 para una discusión de los IEDs en las actuales operaciones expedicionarias norteamericanas en Afganistán e Irak. Por si el lector considera que la amenaza de los IED se exagera o solamente es relevante en el extranjero y no se materializará en los Estados Unidos, conviene recordar el explosivo improvisado más artefacto incendiario de Times Square el Mayo del 2010 y la presencia de IEDs en la masacre de Columbine.

 

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About the Author(s)

Dr. John P. Sullivan was a career police officer. He is an honorably retired lieutenant with the Los Angeles Sheriff’s Department, specializing in emergency operations, transit policing, counterterrorism, and intelligence. He is currently an Instructor in the Safe Communities Institute (SCI) at the Sol Price School of Public Policy, University of Southern California. Sullivan received a lifetime achievement award from the National Fusion Center Association in November 2018 for his contributions to the national network of intelligence fusion centers. He completed the CREATE Executive Program in Counter-Terrorism at the University of Southern California and holds a Bachelor of Arts in Government from the College of William and Mary, a Master of Arts in Urban Affairs and Policy Analysis from the New School for Social Research, and a PhD from the Open University of Catalonia (Universitat Oberta de Catalunya). His doctoral thesis was “Mexico’s Drug War: Cartels, Gangs, Sovereignty and the Network State.” He can be reached at jpsullivan@smallwarsjournal.com.